Empresa familiar

Antes polvorientos, ahora vuelven a estar de moda y son más valiosos que nunca.

El tema de las «empresas familiares» ha gozado de una popularidad inusitada en la investigación, la empresa y la política en los últimos años. Esto es sorprendente, ya que durante mucho tiempo se ha tendido a hablar de empresas medianas o pequeñas/medianas y, por tanto, se ha ignorado sistemáticamente el factor familiar.

La importancia de las empresas familiares para Alemania como lugar de negocios ha adquirido hoy una importancia que presentamos en la sección interior en cifras, datos y hechos vívidos e impresionantes. Esto subraya una constatación que, por ejemplo, la principal revista internacional de negocios «The Economist» también hace en su número del 30 de julio de 2011: «¡Las empresas familiares alemanas son un modelo de éxito muy apreciado y reconocido en todo el mundo!»

Hasta aquí todo bien. Lo que queda es la cuestión de por qué exactamente las empresas familiares (véase el recuadro para una definición) son particularmente exitosas y con la misma frecuencia diferentes de las empresas no familiares. Seguramente será muy difícil encontrar una explicación universalmente válida para esto. Sin embargo, es precisamente la combinación de una gestión empresarial no orientada exclusivamente a la rentabilidad y/o el crecimiento a corto plazo y un sistema de valores y objetivos clásico a largo plazo lo que parece ser un factor decisivo. Una comprensión fiduciaria de los negocios también da lugar a una actitud básica orientada al largo plazo:

«No te preguntes qué puede hacer tu empresa por ti, sino pregúntate qué puedes hacer tú por tu empresa».

Bajo estos aspectos nuestra empresa aquatherm era y es una empresa familiar muy típica: Gestionada de forma independiente por la familia propietaria, con éxito permanente y sostenible, pero siempre responsable, familiar y cercana a las personas de la empresa.

Juntos, podemos estar satisfechos de lo que hemos conseguido hasta ahora, siendo siempre conscientes de los retos que tenemos por delante para configurar el futuro: «¡Es bueno saber a dónde quieres ir, sin olvidar de dónde vienes!»

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